El zirconio dental es un material cerámico resistente y duradero utilizado en odontología para fabricar estructuras dentales, como coronas y puentes, aunque no se recomienda su uso para carillas ya que el zirconio no tiene buena adhesión química, para estas disponemos de materiales mas estéticos y fiables como el Disilicato y E-Max.
Es conocido por su apariencia natural, resistencia a la fractura 1400Mpa y su capacidad para fusionarse con los tejidos dentales, lo que lo convierte en una opción popular para restauraciones dentales estéticas y funcionales. Además, el zirconio dental es biocompatible, lo que significa que es menos probable que cause reacciones adversas en la boca.
El zirconio dental se ha convertido en una opción muy popular en odontología debido a sus propiedades estéticas. Su color translúcido se asemeja al esmalte natural, lo que lo hace atractivo estéticamente. Además, es resistente al desgaste y menos propenso a la corrosión, lo que lo convierte en una opción duradera para restauraciones dentales.
Al ser bioinerte, ya que es un silicato de litio y aluminio con fórmula química LiAlSi2O6
es menos probable que cause alergias o irritaciones, lo que lo hace una opción segura para la salud oral. El zirconio dental se fabrica utilizando alta tecnología. Se crea a partir de óxido de circonio, que se calienta a temperaturas extremadamente altas para formar bloques de zirconio. Luego se mecaniza mediante fresado asistido por ordenador (CAD/CAM) en centro de fresado dental para adaptarse perfectamente a la forma de la restauración dental necesaria, ya sea una corona o puente. Su durabilidad y resistencia lo hacen ideal para soportar fuerzas masticatorias, lo que lo convierte en una excelente opción para restauraciones dentales de larga duración.